Al Norte de Mérida te espera Tabay
Alvaro Parra Pinto
Ubicada en una frondosa meseta que se levanta a riberas del río Chama, a unos 12 km. al norte de la ciudad de Mérida, la pintoresca población de Tabay ha sido desde sus inicios paso obligatorio de viajeros camino al páramo y, especialmente, a las ciudades de Barinas y Valera.
Apenas se entra en Tabay, se respira la atmósfera de antaño del asentamiento original. Por un lado, los colonos españoles nos legaron sus calles estrechas, sus muros de adobe y la vistosa Iglesia levantada frente a la plaza central. Pero fueron los indios Tabayones, los primeros habitantes del lugar, quienes le infundieron su espíritu agrícola y artesanal tras elegir su envidiable ubicación, en el corazón del fértil y frondoso valle que hoy lleva el nombre de la tribu fundadora.

EL CASCO HISTORICO

El centro geográfico del pueblo original es la moderna Plaza Bolívar, alrededor de la cual creció la localidad. Alrededor de la misma se tejen sus cuatro calles principales, las cuales encierran el casco histórico de la ciudad, encabezado por su vistosa iglesia en el lado norte. Este templo data del siglo XVII y constituye una preciada reliquia arquitectónica digna de admiración. Frente a la plaza, en el lado sur, está la sede de las autoridades locales, así como de las fuerzas de seguridad.

A un lado de la plaza se encuentra la Posada Turística Tabay y, a sólo un paso, las principales tiendas de artesanía típica de la localidad. Además, a lo largo de toda la carretera se encuentran diversas tiendas donde adquirir artesanía a excelentes precios.

PINTORESCAS ALDEAS VECINAS

Entre las pintorescas aldeas que esperan al visitante en los alrededores de Tabay, destacan las de La Mucuy Alta y Baja, Mucunután, San Rafael, La Capea y El Arenal.

La Mucuy, sede del célebre Parque Recreacional del mismo nombre, constituye la puerta principal al Parque Nacional Sierra Nevada, con vías de acceso a los picos Humboldt y Bonpland, así como a las lagunas Verde, el Suero y la Coromoto.

En el sector conocido como Los Llanitos de Tabay existen varias alternativas para hospedarse, incluyendo el Hotel Las Cumbres, Posada La Casona de Tabay, Hotel La Paz y Posada Rosa Montaña. Otras opciones son la Posada Finca Papá Viejo (La Mucuy Alta), Posada Turística Los Aches (San Rafael de Tabay), Finca Agroturística Espíritu Santo (Aldea Mucunután) y Chalets de Montaña “El Pedregal” (Carretera Trasandina), entre otros.

Entre los atractivos turísticos de los alrededores de Tabay figuran las aguas termales de El Pedregal, con sus concurridas fuentes de aguas sulfuradas que alzanzan una temperatura media de 51 grados Centígrado.

SUS PRIMEROS HABITANTES

Es muy poco lo que sabemos sobre los primeros moradores de Tabay, aparte de que problamemente se establecieron en ese lugar entre los años 1.000 y 1.500 de nuestra era.

El primer europeo que pisó el valle de los Tabayones fue el conquistador Juan Rodríguez Suárez o Xuárez, a finales de 1558.
A comienzos del siguiente año, en 1559, Juan Maldonado visitó el lugar, reconociendo a la aldea indígena de los Tabayones como tal. Media década después, en 1564, don Pedro Bravo de Molina recibió por encomienda “todos los indios que hay en el Valle de Tabay... 230 casas con todos los caciques principales e indios que en ella oviere...” 

Durante los siguientes 13 años Bravo se mantuvo al frente de la mencionada aldea, siendo sucedido por don Diego de la Peña.

EVOLUCION DE LA POBLACION

En 1590, la aldea paso a manos de la orden religiosa de los agustinos, quienes la elevaron a doctrina de indios y la rebautizaron con el nombre de Pueblo Nuevo de Tabay. Cuatro décadas después, en 1620, las autoridades españolas elevaron su categoría a pueblo de indios y construyeron su plaza central, su iglesia original y las primeras viviendas propiamente dichas.

Finalmente en 1689 don Bartolomé Gil Naranjo oficialmente fundó el pueblo de Tabay, conservando su plaza e iglesia originales. Cabe decir que durante las décadas subsiguientes, este pueblo alcanzó un importante nivel de desarrollo, sobre todo en materia agropecuaria. Muestra de ello  es la siguiente descripción publicada en 1761 por el cronista Basilio Vicente de Oviedo en su obra Cualidades y Riquezas del Nuevo Reino de Granada (Tomo II, Capítulo XVI):

El curato del pueblo de Tabay, cercano de Mérida, en la vía para Barinas, (es) tierra cálida, templadamente, y país ameno, sano y fértil, con iglesia completamente ornamentada. Tendrá 80 indios y más de 50 vecinos blancos. Produce trigo y mucho arroz, maíz y demás frutos. Tiene haciendas de trapiches y molinos y muchos ganados vacunos, y algunos vecinos honrados. Rentará a su párroco 500 pesos, y es de cuarto orden y por sus circunstancias puede ser apetecible.

Hoy en día Tabay constituye uno de las principales localidades turísticas del estado Mérida, luciendo por todo lo alto la valiosa herencia de primeros habitantes indígenas, así como por los colonos españoles que posteriormente adoptaron el valle de los Tabayones como su nuevo y definitivo hogar.